viernes, 9 de diciembre de 2022

Sobre la gestación de las Escuelas Viejas de Canena, en su centenario

Ya en otras ocasiones he escrito sobre la enseñanza y las escuelas de Canena en siglos pasados (Las Escuelas de Canena (I), Las Escuelas de Canena (II)) y en el libro sobre la E.G.B. en Canena, coordinado por Manuel Jódar y Ana Vilches, publicado en 2019, redacté un apartado sobre ellas, que titulé las escuelas de Canena.


Pero al cumplirse el centenario de las gestiones que culminarían con la construcción de las que hoy llamamos Escuelas Viejas, he considerado oportuno profundizar en ese proceso. Sobre la escuela de los años 20 ya escribió una reseña en 1998 nuestro cronista oficial ya fallecido, Miguel Torres Godoy.


Texto escrito por Miguel Torres Godoy, página 18 del libro
Álbum Escolar, de Manuel Jódar y Ana Vilches, editado por el Ayuntamiento de Canena en 1998.


En Canena es una idea extendida que estas escuelas son uno de los mejores legados que nos dejó la Dictadura de Primo de Rivera, pero no es así, ya que las obras estaban iniciadas cuando se proclamó la Dictadura. La primera iniciativa del Ayuntamiento fue de finales de 1920. En la sesión de 23 de diciembre, siendo alcalde Manuel Godoy García1, la corporación acuerda que tan pronto se publiquen las disposiciones reglamentarias para la ejecución de la Real Orden de 28 de noviembre último sobre construcción de locales-escuelas por cuenta del Estado, se solicite de los poderes públicos la construcción de dos locales en este pueblo, uno para niños y otro para niñas, obligándose el municipio a sufragar las cargas que para ello le correspondan. Y esta solicitud se hizo en abril de 1921, en la sesión del día siete, en la que a propuesta del Sr. Presidente se acuerda solicitar del Ministerio de Instrucción pública, la construcción en este pueblo, por cuenta del estado, de dos edificios escolares, uno para niños y otro para niñas, con arreglo a las prescripciones del R.D. de 23 de noviembre de 1920. A este fin el Ayuntamiento se compromete a facilitar el solar que posee, situado en la calle Nueva de esta población, el cual por su situación con respecto al pueblo ha de reunir suficientes condiciones higiénicas y pedagógicas y por su superficie es capaz para la construcción de ambos edificios y sus respectivos campos escolares. También se compromete el Ayuntamiento a facilitar el caudal de agua necesario a ambas edificaciones y las instalaciones precisas para la eliminación de materias residuales, así como la cantidad necesaria con arreglo a dicho R.D. para la adquisición de material fijo y a atender a la conservación y sostenimiento de dichos edificios, una vez que estén construidos, mediante la consignación en los presupuestos anuales de la cantidad que previene el repetido R.D. Se compromete igualmente a facilitar a los Maestros casa con las condiciones higiénicas y de capacidad exigidas, y a abonar a cada Maestro una cuota anual superior a la que es costumbre en esta localidad para alquiler.


Acta de la sesión del pleno del Ayuntamiento de Canena de 7 de abril de 1921, en la que se solicita la construcción de dos escuelas.


En marzo de 1922 se remitió el expediente al Arquitecto Jefe de la oficina técnica de construcción de Escuelas del Ministerio de Instrucción Pública, para que lo informara favorablemente.


En la sesión del 15 de abril de 1922, el Presidente, Manuel Godoy García, manifestó a la Corporación que cedía a favor del Ayuntamiento en la forma más solemne y legal un solar que posee en la Calle Nueva de esta población con el fin de que en el mismo se construyan las escuelas que tiene concedidas el Estado para este vecindario, cuya cesión la hace gratuitamente y sin derecho a retribución de ninguna clase. Los señores presentes aceptan en nombre del Municipio la cesión del mencionado solar, dando las gracias al Sr. Presidente por su generoso proceder en bien de la cultura del vecindario. Seguidamente la Corporación conoció de la Real orden de treinta de Marzo último del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, concediendo a este pueblo la construcción por cuenta del Estado de dos Escuelas unitarias, una para niños y otra para niñas, cuya construcción tenía solicitada el Ayuntamiento acogiéndose a las disposiciones del Real Decreto de 20 de noviembre de 1920, y en su virtud, por unanimidad, acordó que con el objeto indicado se cedan a favor del Estado el que el Municipio posee en la calle Nueva de esta población y cuya extensión, linderos, situación y demás condiciones del mencionado predio constan en el expediente iniciado por tal motivo y que obra en el expresado Ministerio de Instrucción pública.


Planos del solar y de las Escuelas edificadas en 1923-1924.


Las obras debieron iniciarse ese mismo año de 1922 o en 1923, de tal manera que en febrero de 1924 ya debían estar finalizándose. En la sesión del Ayuntamiento de 19 de ese mes, abierta la sesión, el Sr. Presidente dio cuenta de que el local de la Escuela de niños (se refiere en este caso a la antigua escuela), a causa de las lluvias, se había inundado, habiéndose suspendido las clases por unos días hasta limpiar el local. La corporación se dio por enterada y acuerda se oficie a quien corresponda para que se activen las operaciones necesarias y preliminares a la entrega al Ayuntamiento de los locales recientemente construidos. Dos meses después, en la sesión de 21 de abril, se da cuenta del mal estado del local de la escuela de niños y de la conveniencia de trasladar esta clase al nuevo edificio construido con este fin. Enterados los señores presentes de que el contratista de los edificios-Escuelas ha ofrecido al Ayuntamiento dichos locales por si le conviene instalar en ellos las clases provisionalmente; y teniendo en cuenta que el edificio que hay destinado a la clase de niños en la calle Remedios se encuentra en malas condiciones de resistencia y seguridad por haberse abierto unas grietas en la pared principal del edificio, acuerdan por unanimidad que la clase de niños se traslade provisionalmente al nuevo edificio, siendo con esto el Ayuntamiento responsable solamente de los desperfectos o roturas que se causen por los niños en los cristales y ventanas del edificio, pero nunca del movimiento que el edificio pueda tener al sentarse las obras, mientras éste no sea oficialmente entregado al Municipio; y que para verificar el traslado de estas clases, se utilice el material fijo hoy existente en dicha Escuela, al que se le harán las reformas necesarias para su conservación, hasta que se adquiera el material necesario para la instalación definitiva de la Escuela en dicho edificio.


En junio de 1925, en la sesión de la Comisión Permanente del Ayuntamiento del día 28, el Presidente propone que se acuerde el traslado de las clases de niñas al nuevo edificio construido a tal objeto, toda vez que si bien dichos edificios no han sido entregados al Ayuntamiento por el Estado, el contratista de ellos, D. Juan Antonio López García2, los tiene ofrecidos para que se instalen allí las clases, como ya se instaló la de niños. Los señores de la comisión acuerdan por unanimidad de conformidad con lo expuesto por el Sr. alcalde y además que cuando se haga el traslado de la clase al nuevo edificio, se proceda al arreglo del material fijo de dicha clase, como se hizo en el de la de niños.


Por tanto, las malas condiciones en que estaban las viejas escuelas aceleraron el traslado a las nuevas, incluso antes de finalizar las obras, primero la escuela de niños, en abril o mayo de 1924, y después la de niñas, en 1925. Desconozco cuándo se realizó la recepción oficial de las nuevas escuelas.


Pero las nuevas escuelas, aunque mejoraron sustancialmente las condiciones de las anteriores, no resolvieron la falta de espacio, por el alto número de niños matriculados. Por ello, apenas concluido el traslado de las dos escuelas, la de niños y la de niñas, en la sesión de la corporación municipal, de 15 de junio de 1925, seguidamente se dio lectura a la copia del acta de la sesión celebrada por la Junta local de primera enseñanza de este municipio, en la que se propone la creación de una escuela de niños y otra de niñas. La Corporación conforme en absoluto con la necesidad sentida de las escuelas que se desea crear, hace suyo el acuerdo de la Junta local y se compromete a sufragar los gastos para instalarlas con el moblaje y material necesario, así como proporcionar local adecuado y casa, o indemnización, para maestros; para lo cual figuran cantidades suficientes en el presupuesto municipal, acordándose que por el Sr. Alcalde se inicie el oportuno expediente para solicitar la creación de las mencionadas escuelas.


Primero se solicitó una segunda escuela de niños, que se concede por Real Orden de 11 de noviembre de 1925, publicada en la Gaceta de Madrid, número 336, de 2 de diciembre, instalándose en el local que ya había sido escuela, en la calle Castillo. En la visita hecha por el Inspector provincial de primera enseñanza, recogida en el acta de la Junta local de Primera Enseñanza del día 30 de noviembre de 1925, se dice que la matrícula es de ciento ochenta niños, con una asistencia media diaria de setenta, y que la nueva Escuela -la segunda de niños- que se ha concedido por la superioridad resuelve el problema de la matrícula numerosa; la Junta local debe poner cuanto está de su parte para fomentar la asistencia, con algunas visitas a la Escuela, donde se dieran algunos premios a los niños más distinguidos por su aplicación y por medio de bando que ordene la Alcaldía, recordando a los padres la obligación que tienen de hacer que sus hijos asistan a la Escuela. La Escuela de niñas también se encontraba saturada, de tal manera que en la visita que hace el 2 de diciembre de ese mismo año la Inspectora provincial ordena a la profesora, D.ª Purificación Tirado3, que elimine de la lista escolar a las niñas que sin justificación cometieran quince faltas y que debe limitar la matrícula al número de ochenta alumnas, para el mejor y normal funcionamiento de la escuela. Esta situación hace que se solicite una segunda escuela de niñas, en el otoño de 1926, que se concede por Real Orden de 12 de agosto de 1927, publicada en la Gaceta de Madrid, número 244, de 1 de septiembre, instalándose en el local junto a la Ermita de los Remedios.


Certificaciones de las Actas de constitución de la Escuela de niños y niñas de nueva creación, de 27 de enero de 1926 y 29 de octubre de 1927.

Para la constitución de ambas escuelas, según se refleja en las actas, el ayuntamiento adquiere el material y moblaje. Para la escuela de niños: crucifijo y retrato de S.M. el Rey; mesa y sillón para el Maestro; 20 bancos-mesas bipersonales; un armario; 2 pizarras murales; 12 pizarras manuales ; colección de mapas; alfabeto movible; colección de libros de lectura y de las distintas materias del programa escolar (grado 1º, 2º y 3º); papel para escritura de las distintas reglas y plumas, palilleros, tinta y clarión (tizas). Para la escuela de niñas el material adquirido fue similar.


Por tanto, la construcción de las que hoy llamamos Escuelas Viejas, en la entonces calle Nueva, hoy Miguel de Cervantes, no supone la ampliación inmediata de dos a cuatro escuelas, sino el traslado de las dos que había, de niños y niñas, a las nuevas, a partir de entonces denominadas escuelas de niños y niñas números 1, cuyos primeros maestros fueron D. Enrique de la Cueva Jiménez y D.ª Purificación Tirado Cañete. Ante la insuficiencia de espacio, se solicitan otras dos, que, una vez concedidas, se ubicaron en los mismos locales donde estaban antes del traslado a las nuevas escuelas, denominándose escuelas de niños y niñas números 2. El primer maestro de la escuela de niños n.º 2 fue D. Zoilo Gómez Alcalde, que tomó posesión interinamente el 22 de marzo de 1926; el 1 de septiembre de ese mismo año toma posesión como propietario de la plaza D. Pedro García López, cesando el anterior. La maestra interina de la escuela de niñas n.º 2, D.ª Trinidad Trujillo Manzanedo, tomó posesión el 10 de enero de 1928, y fue sustituida por D.ª Catalina Avilés Ojeda, que tomó posesión como maestra propietaria el 15 de septiembre del mismo año. El 21 de junio de 1928 la matrícula de la escuela de niños n.º 1 era de 66 niños y la de la n.º 2 de 77, y la asistencia a las mismas de 40 y 55 niños respectivamente. Similar sería la matrícula de las escuelas de las niñas, ya que el 27 de septiembre de ese año la Inspectora provincial, en visita a Canena, hace constar que debe limitarse la matrícula de la Escuela número 1 a 70 alumnas y a 60 la de la número 2.


Al haber dos escuelas de cada sexo, se crearon dos distritos escolares en el casco urbano para que los niños y niñas fueran a una escuela u otra según su domicilio. Indudablemente las escuelas números uno tenían unas condiciones mucho mejores que las números dos, ya que eran más amplias, bien ventiladas, con porche, espacio ajardinado, servicios con inodoro y lavabo y agua corriente.


En los casi cien años que han transcurrido desde su construcción, todos los caneneros podemos recordar vivencias que hemos pasado en las Escuelas Viejas. Durante la mayor parte de su existencia allí hemos estudiado muchos de nosotros. A principios del siglo XXI, con la ampliación del Colegio Público Nuestra Señora de los Remedios, que se había inaugurado en 1960, se cubren las necesidades escolares de Canena y las Escuelas Viejas se clausuran como tales. A partir de entonces el Ayuntamiento les dará otros usos socio-culturales, siendo actualmente la que era escuela de niñas el consultorio médico y la de niños la biblioteca municipal.


Yo cursé en la de niños cuarto de primaria. Mi maestro fue don Juan Raya y ese año (creo que el curso 1969-1970), plantamos en las “eras” que había alrededor del patio habas, garbanzos…, pintamos la reja y plantamos varios árboles, parte de los cuales todavía están allí. Nos presentamos a un concurso provincial de embellecimiento de escuelas y nos dieron el tercer premio. Con el importe del premio, 3000 pesetas, hicimos un viaje en autobús a Segura de la Sierra, donde visitamos su castillo y el pueblo. Teníamos entonces entre nueve y diez años y posiblemente fuera la primera excursión que hicimos en la escuela.

Para finalizar, incluyo a continuación el texto que escribió D. Juan Martínez Raya en el citado Album Escolar y varias fotografías de grupos escolares de esas escuelas, incluidas también en dicho libro.






1 Fue elegido alcalde el 1 de abril de 1920 y permaneció en el cargo hasta el 3 de octubre de 1923. A él nos referimos en el artículo sobre la boda de su hermana Ramona, celebrada en 1917 (https://historiasdecanena.blogspot.com/2017/04/canena-hace-un-siglo-una-boda.html).

2 Juan Antonio López García era hermano del abuelo paterno de Tomasín.

3 D.ª Purificación Tirado ejerció su magisterio en Canena durante más de treinta años, desde principios de siglo hasta 1932.


Texto de José Luis Reyes Lorite

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