miércoles, 5 de febrero de 2020

Arturo Winterfeld, un viajero y aventurero alemán que pasó por Canena


Hace tiempo que leí las actas municipales del Ayuntamiento de Canena, que se conservan en su archivo municipal. A través de su lectura podemos conocer muchos aspectos de nuestra historia, no solo los que afectan al Ayuntamiento como institución. También nos informan de algunas noticias curiosas o interesantes, como esta. Se trata del paso de un “turista” alemán por nuestro pueblo en 1934. Cuando la vi me llamó la atención, y hace unos días, que volví a releer el acta donde aparece la noticia, me puse a indagar para ver quién era este hombre.

En el acta, del día 27 de mayo de 1934, se dice que, entre otras, se aprueba una cuenta  de pesetas 16,00, por los gastos de estancia en esta del turista alemán Arturo Winterfeld, con cargo al capítulo de imprevistos.




También se aprobó en esa misma sesión la adquisición de una gorra de uniforme para el guarda municipal, una cuenta de 63,90 pesetas, de los gastos de acarreo de las piedra de la Cruz del Egido a la plaza de la República y abrir una nueva fosa común en el Cementerio municipal, por estar terminándose la que había.

En el archivo hemos encontrado también el mandamiento de pago de ese gasto de 16 pesetas, pago de los gastos ocasionados durante su estancia en esta población como campeón del mundo en marcha de resistencia haciendo el viaje a pie por Europa. El mandamiento de pago tiene fecha del mismo día que el acta del concejo, de 27 de mayo, y en él el Alcalde, Manuel Megías Ruiz, ordena al Depositario de los fondos municipales, el concejal Gregorio Jódar Godoy, que satisfaga a Arturo Winterfeld las 16 pesetas, firmando el documento el alcalde, el Secretario-Interventor, Pedro García, que lo visa, y el propio Arturo Winterfeld, que recibe las 16 pesetas.



Este viajero andarín iba de pueblo en pueblo, donde solía ser recibido por los paisanos y autoridades locales, a veces parando unos minutos o unas horas en cada lugar, otras pernoctando e incluso impartiendo alguna conferencia, donde contaba sus andanzas por el mundo entero. Vendía tarjetas postales, con las que financiaba parte del viaje. En Canena parece que pudo pernoctar, ya que el concepto por el que se le abonan las dieciséis pesetas es por su estancia.

Más que un turista, Arturo Winterfeld fue un verdadero viajero, un trotamundos. Debía tener ya un renombre mundial en estas fechas y probablemente sería conocido en el pueblo, ya que en la prensa solían recogerse noticias sobre sus viajes. Según la Wikipedia, fue un aventurero y viajero alemán que viajó por el mundo dos veces a pie, financiándose vendiendo sus tarjetas de viaje y dando conferencias. Su primer viaje comenzó el 1 de enero de 1900, cuando aún no tenía 17 años (con otros siete compañeros, que fueron abandonando progresivamente la aventura, hasta dejarlo solo) y terminó el 10 de abril de 1915, al ser llamado por el Estado alemán para incorporarse a filas, para combatir en la Primera Guerra Mundial. El segundo viaje, siempre a pie, comenzó en junio de 1925 y terminó a principios de 1935. Visitó los cinco continentes, acompañado siempre de sus perros.

Haciendo un repaso por la prensa española de aquellos tiempos, podemos conocer aproximadamente cuándo y por dónde estuve en España. Las primeras referencias de su viaje las hemos encontrado en julio de 1907, en donde en el diario alicantino La Iberia, de 13 de julio, se informa que entró en España el 12 de junio, por Figueras; el diario de Reus, del día 14 de julio, informa que el día 18 de junio llegó a Mataró, el 20 a Barcelona, el 2 de julio a Valencia y el 10 a Madrid, desde donde marchará a Lisboa y después visitará Sevilla, Cádiz y Gibraltar, donde se embarcará para Marruecos. En la sección de Crónica General de la publicación Vida Marítima, en su número de 20 de julio, se informa, entre otras cosas, que estos pasados días ha estado en Madrid M. Arturo Winterferd, un genial excursionista que se propone dar la vuelta al mundo a pie...”



En septiembre de 1907 está en Badajoz, desde donde marcha a Sevilla. En diciembre de ese mismo año pasa por Puente Genil.

El 1 de enero de 1908 está en Granada. En la noticia (Gran Vida, 1-1-1908) se explica que lleva andando, pues, ochos años próximamente; ha destrozado 34 pares de botas en un recorrido de unos 86.000 kilómetros. Quincenalmente envía sus impresiones de viaje a los periódicos berlineses Dowolche y Fomburger. A mediados del mes de enero se encuentra en la ciudad de Málaga.

La prensa española de la época informa que su objetivo era dar la vuelta al mundo y por su rocambolesca hazaña se ganó los apelativos de “globe trotter” (trotamundos) y “célebre andarín”. Por ejemplo, en el Diario Las Provincias, de Valencia, el 5 de febrero de 2012,  se reproduce una publicación de hace 100 años, de febrero de 1912, en la que bajo el titular de Valencia recibió al célebre andarín alemán Arturo Winterfeld, se publica la noticia de que Arturo Winterfeld era un joven alemán en cuya mente sólo anidaba un objetivo: recorrer andando los cinco continentes en quince años.
Había salido caminando de su Hamburgo natal el 1 de enero de 1900, a las doce de la noche, cuando tadavía no había cumplido los diecisiete, y doce años después sólo le quedaba Asia y Oceanía. En esa larga andadura había recorrido 135.000 kilómetros atravesando África, América y Europa. En su periplo por España llevaba visitadas setecientas poblaciones y en febrero de 1912 recaló en Valencia.
Consigo llevaba un libro de firmas de las alcaldías y de las redacciones de los periódicos de las ciudades a las que llegaba y que sumaban ya más de 18.400. Entre ellos, LAS PROVINCIAS, donde relató a sus periodistas el día a día de su aventura. Como que vivía sólo del dinero de la venta de unas postales con su fotografía. La media diaria era de 30 a 40 kilómetros y llevaba consigo una gran mochila militar con una tienda de campaña, uniformes para mudarse de ropa, un botiquín, útiles de cocina y material fotográfico, hasta cargar con un peso de 24 kilos.
Al principio le acompañaron otros siete jóvenes, que fueron abandonando el proyecto ante las primeras dificultades, por lo que Winterfeld continuó solo el camino durante quince años, tres meses y diez días, hasta el 10 de abril de 1915 en que fue llamado a filas para combatir en la primera guerra mundial.

A principios de mayo de 1912 llega a Córdoba, donde el Diario de Córdoba del día 5 de mayo informa que ayer tarde recibimos la visita del joven alemán Arturo Winterfeld, de 28 años… Lleva este intrépido joven recorridos Europa, África y América. De España ha recorrido Cataluña, el Norte, Levante y ahora Andalucía, desde donde marchará a Asia… En una mochila que lleva a la espalda lleva toda su impedimenta, que le permite pernoctar en despoblado; para su seguridad personal lleva buenos Smith, una carabina y un fiel perro, por toda compañía. A finales del mes de mayo pasa por Granada (diario El Popular, de Almería, de 24 de mayo) y el 20 de junio está en Almería (Diario El Radical de 21 de junio); según la noticia el itinerario que hasta ahora ha seguido fue el siguiente. Alemania, Rusia, Bulgaria, Servia, Bosnia, Austria, Hungría, Holanda, Bélgica, en cuyo puerto de Amberes embarcó para América, recorriendo la del Sur y la del Norte, volviendo a Bélgica, desde donde siguió a Suiza, Francia, Italia, España (el Norte y costa de Levante), viniendo al Sur, por donde entró en África, cruzando Tánger, Orán, para seguir a la Argelia, Túnez, Alejandría, Egipto, Sudán, Abisinia, el África alemana. Natal, Cabo de Buena Esperanza, embarcándose para Greica, yendo luega a Corfú, Sicilia y por último a Barcelona, desde donde a razón de 22 kilómetros diarios -que es su marcha habitual- llegó a Granada. Se embarcará el 20 en Gibraltar, con rumbo a Port Said, desde donde seguirá a Colombo, Calcuta y por Indochina a Japón, siendo Australia y en una de sus principales ciudades el término de su viaje.

A principios de septiembre está en Ciudad Real; en octubre se encuentra en Madrid y los diarios de la capital informan que Winterfeld viaja con una enorme mochila a cuestas, ha logrado, no obstante esta pesada impedimenta, recorrer con celeridad África, América y Europa. Se propone recorrer aún el Asia y visitar las principales islas de Oceanía. Aspira a ganar un premio de 50000 marcos, que le será adjudicado si consigue dar la vuelta al mundo en el tiempo que le han señalado (La Correspondencia de España, 12-10-1912).



En 1912 también visita Jaén (diario El Eco Toledano, de 26 de septiembre de 1912).

Después de 1912, parece que no regresa a España hasta 1929. Los primeros días de marzo se llega a Lérida -por donde también había pasado en 1911; a mediados de marzo de ese año visita Teruel (Diario El Mañana, 13-3-1929), donde permanecerá varios días, proponiéndose dar una conferencia, ilustrada con proyección de películas, sobre motivos de su viaje; a principios de abril está en Alicante, ciudad que ya había visitado en 1912. De Alicante marcha a Murcia y de allí a Cartagena.

El 23 de abril de 1929 está en Granada (El Defensor de Granada, 23-4-1929). Bajo el titular “Un trotamundos en Granada”, el diario informa que el viajero ha visitado 36647 ciudades y aldeas y recorrido 124000 kilómetros, que lleva bien controlados en un libro perfectamente legalizado con los sellos de los centros oficiales de las ciudades de su tránsito. El equipaje grande lo envía el señor Winterfeld en Europa y en todas partes donde los hay, por ferrocarril. En los países tropicales, por camellos o por mulos. Personalmente lleva el señor Winterfeld una mochila militar, una tienda de campaña, ropa y uniformes para cambiar, un botiquín pequeño, útiles de cocina, aparatos fotográficos, cartucheras, etc. La mochila pesa 24 kilos. En algunas grandes ciudades el señor Winterfeld ha instalado depósitos en donde guarda sus colecciones y fotografías.
El señor Winterfeld ha perdido toda su fortuna durante la inflación en Alemania (como muchos otros alemanes). Para cubrir los gastos crecidos de sus viajes, vende unos pequeños artículos y una tarjeta postal con su fotografía. El señor Winterfeld habla ocho idiomas, pudiendo dar sus conferencias en cualquiera de ellos. Además, conocedor de que unos atletas franceses e italianos querían batir el récord de los sesenta y ocho kilómetros qu él posee, ha organizado una carrera Alicante-Murcia y ha batido ese su propio récord antes que aquéllos.

A finales de mayo está en Vitoria y el 22 de junio en Burgos.
En septiembre y octubre de 1929 recorre buena parte de la provincia de Palencia. La crónica de su estancia en Carrión de los Condes (El Día de Palencia, 1-10-1929) relata que no es Winterfeld el “globe-trotter” vulgar, que tanto hemos visto, sino un hombre amable, culto, bien trajeado, que viaja con pesado equipaje, en que no sólo está el cuarderno oficial de ruta, sino con él el libro de memorias, la máquina fotográfica, el cine minúsculo. Con todo esto, el caminante da conferencias con proyecciones y escribe narraciones de sus viajes innumerables con los incidentes que le ocurrieron a lo largo de ellos en todas las latitudes. El día 2 de octubre pasa por Revenga de Campos (la crónica aparace en el Diario de Palencia del día 4): a las 12 horas del día de hoy, dos del corriente mes, apareció en esta villa, el alemán de Hamburgo, campeón del mundo en marcha de resistencia desde 1908, don Arturo Winterfeld, a quien esperaba ya el señor alcalde de la localidad. Como su visita a este pueblo fue anunciada de antemano, la entrada la hizo el señor Winterfeld en compañía de la primera autoridad, y de infinidad de personas, dirigéndose al Ayuntamiento donde descansó el famoso andarín treinta minutos. Mientras se anotó la justificación de su presencia, se entabló animada charla en la cual pudo verse que el señor Winterfeld es hombre culto, amable y extremadamente cumplido, habla bien y con asiento, alegre y risueño. La curiosidad hizo que el personal que había quedado a la puerta de la Casa Consistorial penetrase en el Salón de Actos y secretaría, con el único fin de saludar y oír al señor Winterfeld, quien con cariño contestaba a los saludos. Llegado el momento de la partida, cargó sobre sus espaldas la mochila militar, la cual contiene una tienda de campaña, útiles de edemia, aparatos fotográficos, fotos, cartucheras y armas, con un peso de 24 kilos, y ordenando a un can alemán la marcha, salió con direción a la carretera de Carrión Lerma, para continuar a Población de Campos, siendo despedido por todos con cariño y amabilidad, correspondiendo sin regateos, haciendo constar las buenas impresiones que lleva de nuestra nación, ya que en todas las ciudades, villas y aldeas, dice ha escuchado con satisfacción la frase amable de “¡Buen viaje!”. Pasa también por Santillana de Campos, donde está una hora, y de allí parte para Osorno y Astudillo. El día 10 está en la ciudad de Palencia, donde es recibido por el Alcalde y el Gobernador. Poco días después está en Cervera y el día 18 en Cisneros, donde imparte una conferencia; a Baltanás llega el día 22, y ya a principios de noviembre lo encontramos en Alar del Rey, Herrera de Pisuerga, Aguilar, Barruelo, Buenavista de Valdivia.

Entre mayo y junio de 1930 está en Asturias (Tudela Veguín, Oviedo, Trubia, Mieres); de agosto a diciembre de 1930 por tierras castellanas, en Palencia y Salamanca (diario Tierra Charra de 21 y 29 de septiembre de 1930), en las que da varias conferencias, a las que asiste numeroso público. En esas fechas lleva en España diez y seis meses, habiendo recorrido más de seis mil pueblos de más de tres mil Ayuntamientos (diario El Adelanto, del 17 de agosto de 1930, Salamanca).

A mediados de marzo de 1931 está en Cuacos (Diario Nuevo Día, de Cáceres, de 18 de marzo). A mediados de abril de ese año visita la ciudad de Cáceres. A principios de octubre se encuentra por tierras segovianas.

Entre el 26 y 27 de noviembre de 1932 se encuentra en Aranda de Duero, donde a las siete de la tarde en el Teatro Principal, ante un público que lo ocupaba por completo, dio una documentada conferencia sobre las costumbres de los pueblos que ha atravesado, hablando de los macarrones italianos, de las lentejas de Servia y un sinnúmero de detalles instructivos y curiosos que divirtieron al público. Desde Aranda de Duero salió camino de Fresnillo de las Dueñas, Vadocondes, Santa Cruz de la Salcedo y Fuentelcésped, para luego tomar la dirección de Madrid.

A finales de mayo y principios de junio de 1933 lo encontramos en Almansa (Albacete), donde impartió dos conferencias, una en el Ateneo Ferroviario y otra en el Teatro Principal, ante unos mil doscientos niños de dieciocho escuelas -quince nacionales y tres privadas- de Almansa (noticia recogida del periódico “Corazón”, n.º 92, de 15 de julio de 1933).

Como hemos dicho, en 1934 pasa por la provincia de Jaén, aunque no hemos encontrado referencias en la prensa de este año, solo por la documentación encontrada en nuestro archivo y en Lopera (https://www.cronistadelopera.com/2019/11/04/ ), por lo que no sabemos el tiempo que permaneció en nuestra provincia.



En 1935, cuando teóricamente ya ha acabado su viaje, está de nuevo en España, en este caso impartiendo el 3 de marzo una conferencia en Alcaracejos (diario La Voz del 5 de marzo) y a finales de ese mes sigue por el norte de la provincia de Córdoba, en Belmez.

Como vemos, este hombre debió ser una figura en su tiempo, recorriendo el mundo a pie, siendo el campeón mundial de marcha de resistencia, relatando sus viajes e impartiendo conferencias sobre su vida de trotamundos, sus aventuras y las distintas culturas que había conocido por el mundo entero; incluso parece que cuidaba especialmente su alimentación, como se informe en la revista Acción Naturista, de junio de 1927, que el gran viajero, Arthur Winterfeld, escribió en la narración de sus viajes, que observaba el régimen vegetariano; no tomaba alcohol, ni fumaba. Se mantenía de frutas, de legumbres, de muchas almendras y nueces, de huevos y de leche, de chocolante y de frutas secas.

Para conocer algún detalle más sobre este viajero alemán y su paso por España, se pueden consultar los siguientes enlaces:



Texto de José Luis Reyes Lorite

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