domingo, 1 de marzo de 2020

Lidia de Toros en Canena en 1622


Traigo aquí otra noticia interesante que recogen las actas del concejo de Canena, en este caso del seis de julio de 1622, hace casi cuatrocientos años. Se trata de una lidia de toros. Es la única que hemos encontrado hasta ahora. En aquellos años era frecuente que cualquier pueblo celebrara sus fiestas con juegos con toros, con festejos taurinos de diferente índole. En el caso de Canena, no hemos encontrado ninguna noticia de que se celebraran estos festejos, sino solo esta, relacionada con un acontecimiento especial, como fue la merced que el rey le hizo al Marqués de Camarasa de nombrarlo “gentil hombre de su Real Cámara y Camarero Mayor del príncipe, cardenal arzobispo de Toledo”.
Se trata del tercer Marqués de Camarasa, Diego de los Cobos Guzmán y Luna1, sobrino del Conde-duque de Olivares, valido del rey Felipe IV, que al año siguiente de llegar al trono (reinó desde 1621 a 1665) le otorga el 12 de junio de 1622 esta distinción al Marqués de Camarasa2, que completó en 1638 al ser nombrado gentil hombre de la Cámara del Rey y en 1640 Duque de Sabiote con la dignidad de Grandeza de España (único Marqués de Camarasa que la tuvo)3. Estas distinciones encumbraron al Marqués de Camarasa como un personaje relevante en el reinado de Felipe IV. En el caso del nombramiento de Sumiller de Corps o Camarero Mayor del príncipe, era quizá el cargo más importante al servicio del príncipe, cardenal arzobispo de Toledo; se trata de Fernando de Austria (1609-1641), hermano de Felipe IV; en 1619 fue nombrado arzobispo de Toledo y poco después fue designado cardenal.
A raíz de la noticia, los oficiales del concejo se juntan en cabildo para aprobar una serie de medidas para celebrar la buena nueva. Acuerdan primero que, aprovechando que el corregidor del Estado de Sabiote va a ir a Madrid a dar el parabién -a felicitar- al Marqués de Camarasa en nombre de Sabiote, lo haga también en nombre de Canena, y para el coste que en ello pueda tener se le den cien reales. En segundo lugar, mandaron que en esta villa se hagan alegrías y se pongan luminarias en todas las calles y puertas de casas de esta villa y se repiquen las campanas de la Iglesia de la mañana en la noche, que se contarán siete de este mes y que se compren tres libras de pólvora de los propios del dicho concejo y que se traigan chirimías para que se toquen la dicha noche en señal de alegría de la dicha merced que su magestad ha hecho a su Señoría y que la dicha pólvora se dé a seis arcabuceros para que la gasten bien y tiren la dicha noche. O sea que el día siguiente del cabildo, el 7 de julio, el pueblo entero deb estar de fiesta, haciendo alegrías, poniendo luminarias en todas las calles y puertas de casas y repicando las campanas de la Iglesia de la mañana en la noche y se compraron tres libras de pólvora para que seis arcabuceros la gastasen durante la noche; además se trajeron chirimías4, para que se toquen la dicha noche en señal de alegría.
Pero no acabará ese día la celebración, ya que se aprueba que el ocho de agosto se lidien toros y que uno de ellos se compre de los propios de este concejo para garrocha y que muera en las fiestas que se han de hacer y que los puestos de los andamios se echen en almoneda pública y se rematen en el mayor ponedor para ayuda a los gastos que en las dichas fiestas se hicieren. Ninguna información más se nos ofrece ni en esta acta ni en otras posteriores, por lo que estas líneas nos plantean algunas certezas, pero bastantes incógnitas.
Al hablar de lidia de toros no podemos pensar en la lidia actual, sino que se aproximaría más a lo que hoy son los festejos taurinos populares. Era una fiesta en la que muchos vecinos participarían de manera activa, donde se corrían los toros y se les acosaría con cualquier arma, incluidas piedras y palos. No sabemos cuántos toros se lidiaron, solo que uno de ellos se compró de los propios del concejo y que se lidiaría para garrocha y que se mataría. Por entonces la mayoría de los toros no se mataban, aunque solían sufrir bastantes heridas en la lidia. Las garrochas eran de las armas más utilizadas. Sebastián de Covarrubias, en su Tesoro de la lengua castellana o española, de 1611, define garrocha como “la vara que se tira al toro para embravecerle con un hierro de lengüeta, que es como garra”. No sabemos de dónde se trajeron los toros, ni dónde los encerraron el día o días anteriores a ser lidiados, ni en qué recinto se lidiaban, si era en un recinto cerrado o no -¿en la Plaza, en la Plazuela?-, y solo que instalaban andamios para ver la lidia de los toros con seguridad y que los puestos de estos andamios eran arrendados, para sufragar parte de los gastos de la fiesta. La mayoría de los participantes activos en correr y lidiar los toros lo harían a pie, pero tampoco sabemos si alguno lo haría a caballo.
Los festejos taurinos tenían en la época un enorme arraigo social y constituían la fiesta popular más importante en cada pueblo. Sin embargo, como hemos indicado al principio, no nos consta que en Canena se celebraran de manera regular y, por ahora, solo hemos encontrado esta referencia en el archivo municipal.



Esta es la transcripción del acta del concejo de 6 de julio de 1622:
En la villa de Canena en seis días del mes de julio de mil y seiscientos y veinte y dos, nos, Domingo García y Bartolomé Cantudo, alcaldes ordinarios de esta dicha villa, y Juan Sobrino y Martin Alonso, regidores, concejo, justicia y regimiento de ella, estando juntos en su cabildo, como lo han de uso y costumbre y juntos en él acordaron y trataron lo siguiente.
Dijeron que por cuanto han tenido nueva que su magestad ha hecho merced a su Señoría el Marqués de Camarasa, señor de esa villa, por gentil hombre de su Real Cámara y Camarero Mayor del príncipe, cardenal arzobispo de Toledo, de que como sus vasallos tienen gran contento, acordaron se le escriba a su señoría la buena nueva y para bien de ella y que atento que su merced Don Juan de Peñarrubia de Pareja, corregidor de esta villa y de las demás de su señoría, va por la villa de Sabiote a la villa de Madrid a darle el parabién a su señoría, vaya por parte de esta villa y concejo de ella por su persona y dé a su señoría el parabién de los tales oficios que su magestad le ha hecho merced y para ayuda de la costa que ha de tener se le dé a su merced del dicho corregidor para el dicho viaje cien reales de los propios y rentas del dicho concejo y mandaron que en esta villa se hagan alegrías y se pongan luminarias en todas las calles y puertas de casas de esta villa y se repiquen las campanas de la Iglesia de la mañana en la noche, que se contarán siete de este mes y que se compren tres libras de pólvora de los propios del dicho concejo y que se traigan chirimías para que se toquen la dicha noche en señal de alegría de la dicha merced que su magestad ha hecho a su Señoría y que la dicha pólvora se dé a seis arcabuceros para que la gasten bien y tiren la dicha noche y así lo acordaron y mandaron y por lo que en lo suso dicho se gastare se le dé libranza al mayordomo del concejo.
Dijeron que tal merced que su magestad ha hecho a su señoría es justo se celebre con gran suntuosidad y para más servir a su señoría y en su servicio se lidien toros y que uno de ellos se compre de los propios de este concejo para garrocha y que muera en las fiestas que se han de hacer, las cuales se hagan a ocho días del mes de agosto venidero de este dicho año y para ello nombraron por comisarios a los dichos Domingo García, alcalde ordinario, y a los dichos regidores y que se publiquen las dichas fiestas mañana, siete de este mes con chirimías, y que los puestos de los andamios se echen en almoneda pública y se rematen en el mayor ponedor para ayuda a los gastos que en las dichas fiestas se hicieren y para arrendar los dichos puestos y tracas que en ellos se han de dar nombraron así mismo por comisario al dicho Bartolomé Cantudo, alcalde ordinario, y con esto fenecieron y acabaron el dicho cabildo y lo firmaron y rubricaron de sus firmas y rúbricas acostumbradas.
1El Marquesado de Camarasa lo crea Carlos I en 1543, para otorgárselo a Diego de los Cobos como regalo de su matrimonio con Francisca Luisa de Luna y Mendoza, señora de Camarasa. Diego de los Cobos, primer Marqués de Camarasa, era hijo de Francisco de los Cobos y María de Mendoza.
2El nombramiento es como "sumiller de corps, con la llave de la Cámara de Su Magestad", el equivalente a Camarero Mayor, el cargo más cercano en este caso al príncipe. Para ver con más detalle sus cometidos se puede consultar la wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Sumiller_de_Corps
3La biografía del tercer Marqués de Camarasa se puede consultar en este enlace: http://dbe.rah.es/biografias/79826/diego-de-los-cobos-guzman-y-luna
4En la wikipedia se describe la chirimía como un instrumento musical de viento-madera parecido al oboe y de doble lengüeta, trabajada antiguamente de forma grosera y labrada con nueve agujeros laterales, de los que únicamente seis están destinados a taparse por medio de los dedos.


Texto de José Luis Reyes Lorite

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