lunes, 15 de mayo de 2023

Canena en el Catálogo Histórico-Artístico de la provincia de Jaén, de 1915

El Catálogo Histórico-Artístico de la provincia de Jaén forma parte del Catálogo Monumental de España (1900-1961), depositado actualmente en la Biblioteca Tomás Navarro Tomás, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). A partir de un convenio suscrito en 2008 por varias instituciones culturales españolas se ha procedido a la restauración, digitalización y difusión de dicho Catálogo, poniéndolo en la Red y al alcance de todos, con lo que cualquier ciudadano puede tener acceso a este Catálogo y darse un paseo virtual por monumentos de todo tipo, algunos de ellos ya desaparecidos. Aquí se puede consultar el de Jaén: http://biblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/index_interior_jaen.html


El Catálogo de los Monumentos Históricos y Artísticos de la provincia de Jaén le fue encargado a Enrique Romero de Torres, que lo elaboró entre 1913-1915, pero nunca se llegó a publicar. Enrique era hermano de Julio Romero, dos años mayor, e hijo de Rafael Romero Barros, director del Museo de Bellas Artes de Córdoba. Fue pintor, como su hermano, pero a la muerte de su padre, en 1895, ocupó la vacante que había dejado en dicho Museo, y desde entonces, primero como conservador y después como director, se vinculó al Museo, dejando en segundo plano la pintura, para centrarse en la investigación y protección del Patrimonio. Es así como le encargan la confección de los catálogos histórico-artísticos de las provincias de Cádiz y Jaén. En el caso de Cádiz se lo encomiendan en 1907 y lo finaliza en 1909. En el caso de Jaén, el nombramiento es de enero de 1913 y en septiembre de 1915 ya está finalizado el Catálogo, ya que el 7 de septiembre de ese año la Comisión (Comisión Mixta con miembros de las Academias de la Historia y la Academia de San Fernando) emite un informe positivo. Consta de catorce volúmenes, tres de texto y once de ilustraciones, “muy dignos y hasta lujosamente presentados”. Está escrito “con verdadero oportuno criterio… la labor es tan intensa y de tan primordial interés…”. Describe minuciosamente los contenidos1.


El texto del catálogo de la provincia de Jaén tiene 1310 páginas, divididas en tres volúmenes. Canena se incluye en el segundo volumen, en las páginas 629 a 632 del catálogo y 287 a 290 del volumen II. Las fotos se encuentran en las páginas 242 a 244 de las fotos del catálogo, que se corresponden con las páginas 57 a 59 del volumen VII de las fotografías.





En las cuatro páginas sobre Canena, tras una breve introducción sobre la situación del pueblo, habla sobre el Castillo, al que le dedica más de la mitad del texto, para finalizar con la Iglesia y la Ermita:


Canena


Villa perteneciente al partido judicial de Úbeda, situada en la parte meridional de un valle formado por dos extensas lomas. Confina al norte con los términos de Rus e Ibros, al sur y oeste otra vez con Ibros y al este con Rus.


El Castillo


Es un hermosos castillo reformado en casa fuerte y señorial, con buena piedra de sillería y con sólidos muros de más de dos metros de espesor. Forma un cuadrado en cuyos ángulos se alzan torreones de forma circular.

En el frente este está la portada, de elegante traza digna más bien de un palacio que de una fortaleza, y sobre ella existen aspilleras. El puente levadizo sobre el foso hoy es de piedra, viéndose en todo el lienzo de fachada, y en las dos torres sin almenas que la flanquean, grandes ventanas con hermosas rejas.

Por el lado opuesto hay otros torreones de la misma forma, pero más pequeños, con ventanas y cañoneras también.

Por un ancho portalón se entra a la antigua plaza de armas, hoy convertida en un elegante patio de bella arquitectura, compuesto de seis arcos en cada uno de sus cuatro ángulos, sostenidos por tantas columnas que son a su vez apoyo de las que constituyen otra hilera de arcos rebajados y corredores en la parte superior. La techumbre del edificio es de madera y se conoce que al reformarlo se hizo para habilitar sólidas habitaciones.

El estilo arquitectónico de esta parte del edificio es el mismo que se admira en las numerosas casas solariegas en Úbeda y Baeza que nos dejó el Renacimiento.

Algunos creen que el castillo-palacio de Canena es obra de Vandelvira.

Conquistada esta villa de los árabes, concediéndosele a la Orden militar de Calatrava, volviendo después a los dominios de la Corona. El ilustre ubetense Don Francisco de los Cobos lo compró al Estado en tiempos de Felipe II y sin duda él fue quien restauró y transformó esta fortaleza en espléndido palacio señorial, hoy de su descendiente el Marqués de Camarasa, y por desgracia muy demolido y abandonado.

Fotografías números V, VI y VII.


La Iglesia


La Iglesia parroquial está dedicada a la Purísima Concepción. Es de tres naves y de buenas proporciones, construida en el siglo XVI y reformada en el XVIII, hoy no tiene nada de particular.

Solamente hay una preciosa cruz parroquial de plata de estilo Renacimiento, algo deteriorada.

Fotografía número VIII.


Ermita de Nuestra Señora de los Remedios


Fue la primitiva Iglesia parroquial dedicada a Santiago. Está en la parte más elevada del pueblo, es pequeña y de una sola nave, con bóveda de cañón y altares churriguerescos, no habiendo en ella nada de mención.




El catálogo incluye cuatro fotos, numeradas de la V a la VIII, las tres primeras del Castillo (Vista general del Castillo, Interior y Portada) y la última de la cruz parroquial (Cruz parroquial de plata).


El Catálogo Histórico-Artístico de la provincia de Jaén constituye un documento de interés tanto histórico como patrimonial. Aunque para el caso de Canena el texto tenga algunas imprecisiones, las tres fotos del castillo son un testimonio más de su imagen, de hace casi 120 años, y curiosamente en las tres aparecen niños, que posiblemente fueran miembros de las familias que por entonces vivían en el castillo, cuyo uso en aquella época era más una casa de vecinos que un castillo palacio. La foto de la de la cruz parroquial será la única existente de esta cruz, que posiblemente fuera destruida en 1936.


Pero no todas las fotografías que tomó Enrique Romero de Torres en Canena las incluyó en el Catálogo.


En el fondo de la Familia Romero de Torres, en el Archivo Histórico Provincial de Córdoba, se custodia el archivo familiar, en el que se incluyen algunas de las fotografías que Enrique Romero de Torres tomó a lo largo de su actividad profesional, entre las que se encuentran dos fotografías del Castillo de Canena, con la signatura FRT/67/43 y 44, una de ellas del interior del patio, similar a la incluida en el Catálogo, y otra del exterior, tomada desde el noreste del Castillo, a cierta distancia, y de la que hasta ahora no teníamos constancia.




Algunos detalles que podemos apreciar en la foto son el puente de la entrada principal al castillo, de piedra, el aspecto general descuidado del castillo, el terreno del primer plano de la foto, muy seco, con dos bestias, una a cada lado, por lo que posiblemente la foto la tomaran a finales de verano. A ambos lados del castillo se aprecian algunos tejados de casas (posiblemente el de la izquierda sea el tejado de la Iglesia) y, ampliando la foto, en el lado derecho del castillo, se puede apreciar una casa grande, que debe ser la del balneario. Al fondo, las lomas al sur del pueblo, en el lado izquierdo la mayor parte de tierra calma y en el lado derecho y en la coronación de la cuesta de Baeza e Ibros, los olivares.


Ya anteriormente publicamos en el blog otras fotografías de la misma época, realizadas por Leopoldo Torres Balbás, que se pueden consultar aquí: http://historiasdecanena.blogspot.com/2015/02/el-castillo-de-canena-y-leopoldo-torres.html


1Sobre el Catálogo y las vicisitudes que Enrique Romero de Torres pasó para realizar su trabajo, se puede consultar el artículo de Salvador Contreras Gila, María Isabel Pedrosa Luque y Ana María Real Duro “Catalogación y clasificación del fondo fotográfico Romero de Torres de la biblioteca del Instituto de Estudios Giennenses”, publicado en el número 170 del Boletín del Instituto de Estudios Giennenses (1998), páginas 281,377.


Texto de José Luis Reyes Lorite

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