lunes, 18 de septiembre de 2023

Canena hace un siglo. La instauración de la Dictadura de Primo de Rivera

El 13 de septiembre de 1923 el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, tomó el poder en España, dando un golpe de Estado, sustituyendo el sistema político liberal-parlamentario por una dictadura militar, que se anunciaba como un breve periodo destinado a regenerar las instituciones de la monarquía liberal. No es este el lugar para hablar sobre las interpretaciones que se han dado sobre este golpe militar, sino sobre la repercusión que tuvo sobre Canena, sobre cómo se tradujo a nivel de su ayuntamiento, a partir de sus actas municipales.


El Real Decreto de 30 de septiembre de 1923 establecía que cesarán en sus funciones, finalizando su cometido, todos los concejales de los Ayuntamientos de la Nación, que serán reemplazados instantáneamente por los Vocales asociados del mismo Ayuntamiento, quienes sustituirán a los concejales el mismo día, bajo la presidencia e intervención de la Autoridad militar…


En su cumplimiento se celebró la sesión constitutiva del nuevo Ayuntamiento de Canena. El tres de octubre de 1923, a las siete de la mañana, previa convocatoria realizada por el Cabo Comandante del puesto de la Guardia Civil de esta citada villa, D. Juan Espejo Salto, y bajo su Presidencia, se celebra la sesión.


El número de concejales del Ayuntamiento de Canena era de nueve. Se sustituían por mitades cada dos años. Los concejales cesados fueron los que ejercían como tales desde el uno de abril de 1922: cuatro elegidos en 2020 (Manuel Godoy Reyes, Miguel Lorite Ramírez, Álvaro Beltrán López y José Lorite Díaz) y cinco elegidos en las elecciones de febrero de 1922 (Antonio García Higueras, Manuel García Higueras, Manuel Godoy García, Manuel Megías Ruiz y Juan Antonio López García). En la elección del alcalde, dos tenientes de alcalde, regidor síndico y depositario de fondos municipales se aprecia la división del consistorio, ya que todos son elegidos por cinco votos a favor (de los concejales digamos del bloque conservador) y cuatro abstenciones (de los concejales que posiblemente estarían integrados entonces en la organización obrera “La Bandera Roja”, dos de los cuales llegarían a ser alcaldes en los años treinta, Manuel Megías Ruiz y José Lorite Díaz, siendo los otros dos que se abstendrían Miguel Lorite López y Álvaro Beltrán López).



Con la instauración del nuevo régimen, todos estos concejales son sustituidos por los vocales asociados al Ayuntamiento. Estos vocales asociados formaban, junto con los concejales del Ayuntamiento, la Junta Municipal, instituida por la legislación del siglo XIX sobre las corporaciones locales, cuyo objeto fundamental era la aprobación de los presupuestos municipales; desapareció con la aprobación del Estatuto de 1924, que creó la Comisión Municipal Permanente, con otra composición y diferentes funciones. Los Vocales Asociados eran también nueve y habían sido elegidos, por sorteo, unos meses antes, el 19 de mayo de 1923, entre los mayores, medianos y pequeños contribuyentes del pueblo: Rufino Godoy Godoy, Manuel Lorite Godoy, Juan Barragán Herrera, Miguel García Reyes, Felipe Reyes Ruiz, Ildefonso Chiclana Reyes, Santos Ortega Ponce, Cipriano Godoy Godoy y Cristóbal Moreno García.



El acta de posesión del nuevo Ayuntamiento, de tres de octubre de mil novecientos veintitrés, nos ofrece alguna información interesante. De los concejales salientes asisten solo cinco (el alcalde, Manuel Godoy García, Juan Antonio López García, Manuel Godoy Reyes, Antonio García Higueras y Manuel García Higueras), y los otros cuatro no asisten (Miguel Lorite Ramírez, Álvaro Beltrán López, Manuel Megías Ruiz y José Lorite Díaz), probablemente como acto de disconformidad o protesta por cesarlos y por la forma de constitución del nuevo ayuntamiento. Asisten los nueve vocales asociados.



Bajo la Presidencia del Cabo Comandante del Puesto de la Guardia Civil, toman posesión como concejales los vocales asociados, cesando los que integraban el ayuntamiento, que se retiraron. A continuación resulta elegido como alcalde, por seis votos, D. Juan Barragán Herrera. Se eligen también los dos tenientes alcalde, por ocho votos, D. Cipriano Godoy Godoy y Don Manuel Lorite Jódar. Como Regidor Síndico se elige a D. Felipe Reyes Ruiz y como Regidor Interventor a D. Ildefonso Chiclana Reyes, cada uno con cinco votos. Se nombran los otros cuatro concejales como regidores 1.º (D. Miguel García Reyes), 2.º (D. Rufino Godoy Godoy), 3.º (Cristóbal Moreno García) y 4.º (Santos Ortega Ponce).


Se acordó celebrar una sesión semanal ordinaria del Ayuntamiento, los domingos, a las diez de la mañana, y las supletorias, en su caso, los martes a la misma hora.


A continuación se nombran los nuevos vocales asociados, por tres Secciones (cuatro mayores contribuyentes, tres medianos y dos menores), y verificado el sorteo resultaron elegidos:

- En la 1.ª Sección, de mayores contribuyentes: Francisco Godoy Reyes, Juan José López García, Lázaro Godoy Reyes y Manuel Martínez Granada.

- En la 2.ª Sección, de medianos contribuyentes: Francisco Lorite Ponce, Ildefonso Tudela Serrano y Juan Antonio Godoy García.

- En la 3.ª Sección, Martín López Higueras y Blas Lorite López.


Los caneneros más mayores habrán conocido a la mayoría de los concejales de entonces, tanto a los salientes como a los entrantes. Vamos a hacer una pequeña reseña genealógica de cada uno, para identificarlos.


Los concejales salientes el 3 de octubre de 1923 son:


- Manuel Godoy García, alcalde. Era el padre de Josefa y Ramona, las de las Niñas, que había cedido el solar donde se asientan la actual Biblioteca Municipal y Consultorio médico, para la construcción de las que luego se denominarán Escuelas Viejas, donde hemos ido a la escuela muchos caneneros. Murió en su molino de aceite, en un accidente, en 1926.

- Juan Antonio López García, casado con Josefa Godoy Rojas, sin hijos. Él era hermano del abuelo paterno de María López Godoy, la mujer de Cristóbal Martínez.

- Manuel Godoy Reyes, padre de Tomás Godoy Godoy (Tomatón).

- Antonio García Higueras, padre de D. Andrés, el maestro, y tío de Paquito el de la Tienda.

- Manuel García Higueras, padre de Paquito el de la Tienda, hermano del anterior.

- Miguel Lorite Ramírez, padre de Bartolomé Lorite Ramírez, nacido en 1906 y casado con Clara Godoy Cobo, éstos a su vez padres de Mari Carmen y Mariana Lorite Godoy. Bartolomé, “Bartolillo Menda”, tuvo una carnicería en la calle Vizconde de Begíjar, por encima de la actual oficina de Correos.

- Álvaro Beltrán López, padre de Ana Beltrán Reyes, mujer de Joaquín Jodár García (Caqui).

- Manuel Megías Ruiz, el que en la República sería alcalde de Canena, al que recientemente se le ha hecho un homenaje y se ha puesto su nombre al Parque del Arroyo de la Salud.

- José Lorite Díaz, concejal en la República y alcalde en 1938-1939 (Pepe Macarro).


Concejales entrantes el 3 de octubre de 1923:


- Juan Barragán Herrera, padre de “Chacha” Juana y Isabel, ambas sin descendencia. La mujer de Juan Barragán, Catalina Remedios Reyes Higueras, era hermana de Ana Dolores Reyes Higueras, madre de Malaquías (Ildefonso Malaquías Vilches Reyes), el que fue Secretario de la Hermandad de Labradores. Vivía en la calle Iglesia, en la casa que hoy es de una de las hijas de Malaquías.

- Cipriano Godoy Godoy, abuelo materno de Josefa López Godoy, Chefi.

- Manuel Lorite Jódar, abuelo materno de Manuel Jódar Lorite y bisabuelo de Manolo Jódar, y abuelo paterno de los Frasquitos y, por tanto, bisabuelo de los actuales propietarios del Balneario.

- Felipe Reyes Ruiz, casado con Ana María Reyes Martos, sin hijos. Salvador Ruiz Yuste, hermano de su madre, fue abuelo paterno de Juan Ruiz Lorite, alcalde de Canena en 1937.

- Ildefonso Chiclana Reyes, hermano de Juana Chiclana Reyes, casada con Tomás Lomas Carnicer, abuelos de los hermanos “Lomas”.

- Miguel García Reyes, creo que nacido en 1870, del que no tengo más información.

- Rufino Godoy Godoy, padre de Tomás Santos y abuelo de “Pope” Godoy López, recientemente fallecido.

- Cristóbal Moreno García, padre de “Madre Pepa” y abuelo de Lázaro, Adela, Juan y Carmen Godoy Moreno.

- Santos Ortega Ponce, padre de María “la de Santos”.


El 8 de marzo de 1924 se aprobará el nuevo Estatuto Municipal, que llevará consigo la renovación de los ayuntamientos. En el caso de Canena, de los concejales entrantes en octubre de 1923, solo permanecerán como tales tres. Su número pasará de nuevo a diez, por lo que siete serán de nuevo nombramiento. Todos ellos integrarán el ayuntamiento durante cuatro años, hasta marzo de 1928. En una próxima entrega los relacionaremos y veremos los acuerdos más importantes que toma el ayuntamiento en esos cuatro años.


A continuación enumeramos los acuerdos más relevantes tomados por el ayuntamiento en el periodo de octubre de 1923 a abril de 1924.


Se aprueban las cuentas municipales de los ejercicios económicos 1922-22 y 1922-23, con un presupuesto municipal que no superaba las 25000 pesetas. Se aprueba un sueldo de 365 pesetas anuales para un empleado encargado del cementerio, nombrando de manera interina a Martín Guillén Vico. Ante el mal estado de las puertas del cementerio, se acuerda la adquisición de unas nuevas, que serán de hierro. La sesión del 19 de febrero la preside el Delegado Gubernativo del partido, con motivo de la visita que hace al pueblo.


El Delegado dirigió la palabra al numeroso público que la presenciaba, expresando sus propósitos de mejorar en este pueblo todo cuanto se relaciona con la enseñanza, sanidad, ornato público y en suma todo lo que contribuya a mejorar las condiciones físicas, intelectuales y morales del vecindario. Invitó a todos los vecinos, especialmente a los de las clases humildes, a que se dirijan a él con cuantas quejas, reclamaciones, etc. crean oportunas en la seguridad de que les hará justicia.

Seguidamente, y acompañado de los señores de la corporación y de numerosos vecinos, procedió a visitar las escuelas en que actualmente se dan las clases, así como las que recientemente se han construido por el Estado, examinando de paso el estado de las calles y disponiendo la ejecución de obras, en el cementerio, por suscripción; en las calles, por los vecinos dueños de casas y en los edificios-Escuelas, por el Ayuntamiento.



Como consecuencia de las órdenes dictadas por el Delegado Gubernativo se realizan reparaciones en la escuela de niños, cuyo coste es de 144 pesetas, y en la de niñas, por valor de 498 pesetas. Como resultado de estas obras de reparación habían quedado sin tener aplicación cuatro puertas de habitación y tres ventanas, estas con maderas, hierros y cristales, acordándose que se conservaran las puertas por si pronto pudieran tener aplicación y en cuanto a las ventanas que se procediera a su venta a los vecinos que las pudieran necesitar, previo el aprecio de las mismas por perito práctico, sin la formalidad de subasta, dado el escaso valor de estos muebles. Se repara también el Puente del Matadero.


Por último, en la sesión de 30 de marzo, seguidamente se dio cuenta de que, debido al temporal de lluvias reinante, se había presentado una comisión de obreros solicitando se les socorra por encontrarse faltos de trabajo desde hace varios días. La Corporación, teniendo en cuenta las razones expuestas, acordó que se socorra a los vecinos necesitados y que lo que se invierta en esta necesidad urgente, se cargue a los capítulos de gastos que tengan consignación sobrante.

Después se dio cuenta de que unos vecinos, que se dedican al juego deportivo del balón, solicitan que provisionalmente se les conceda en el Egido una cierta extensión de terrenos para el único objeto de dedicarla a campo de sus ejercicios; la Corporación acuerda conceder dicha autorización provisionalmente.


Esta última es la primera cita que sobre el fútbol, sobre “el juego deportivo del balón”, hay en las actas municipales, y el primer antecedente del campo de fútbol de Canena, que con el paso del tiempo se consolidó en la ubicación actual.


Texto de José Luis Reyes Lorite

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