martes, 31 de mayo de 2022

La provincia de Linares

En la presente entrada quiero, ávidos lectores de Historia, compartir con vosotros un artículo aparecido en la revista que la Asociación Promoción Social “ 28 de Febrero” de Linares, firmado por Jorge Andújar Escobar, Consejero Académico del CEL, con el título de “La provincia de Linares”, en el cual se hace referencia a Canena, entre otros pueblos de la zona: otra sería nuestra historia si la iniciativa a la que se alude hubiera llegado a fructificar.


En estos tiempos en que la mayoría de los ciudadanos, entre los que me cuento, estamos cansados del tema independentista de Cataluña, quisiera recordar este curioso proyecto relacionado con nuestra ciudad, el cual se gestó hace cerca de cien años y aunque no llegó a materializarse, se conserva en el recuerdo de bastantes linarenses, y es que aunque parezca inverosímil, Linares pudo ser a primeros del siglo XX la novena provincia de Andalucía. Recordemos que los primeros intentos serios de organizar el territorio español de una manera más o menos racional proceden del siglo XIX. Un siglo antes, en 1720, Felipe V había dividido el territorio español en intendencias, que posteriormente serían corregidas por Fernando VI para ajustarlas a las fronteras de los antiguos reinos y provincias establecidos por los Austrias. El caso es que a finales del siglo XVIII el gobierno del país era verdaderamente difícil y la eficacia administrativa más bien escasa, pues decenas de enclaves de unas regiones y provincias en otras, además de varias categorías distintas de territorios, convivían en el Reino de España. Tras la invasión y conquista de España en la primera década del siglo XIX, Napoleón Bonaparte dividió en 1810 el territorio español, en cuarenta y dos prefecturas, a semejanza de las establecidas en Francia a finales del siglo XVIII, aunque las mismas nunca llegaron a entrar en vigor, como tampoco lo haría la anexión de Cataluña a Francia en 1812. Tras el regreso de Fernando VII, se restablecieron en todo el reino, las provincias de 1720, aunque posteriormente en 1822 se aprobaría una nueva división territorial en cincuenta y dos provincias, muchas de las cuales se mantienen hoy en día. Entre ellas se encontraban las de Játiva, Calatayud y El Bierzo, que durarían apenas un año, pues muy pronto la provincia de Játiva se dividiría entre las de Valencia y Alicante, la de El Bierzo sería absorbida por León y la de Calatayud pasó a formar parte de la provincia de Zaragoza. Tras la muerte de Fernando VII en 1833, se decidió finalmente acometer la reforma territorial de una vez por todas. El encargado de ello fue Javier de Burgos, secretario de Estado de Fomento, quien recuperó la división territorial de 1822, eliminando las provincias antes mencionadas, cambiándole el nombre a algunas de ellas; así por ejemplo, la provincia de Chinchilla se transformó en Albacete. En esta división aparecen cuarenta y nueve provincias, todas ellas llamadas como su capital, exceptuando las tres del País Vasco y la de Navarra, a las que, por motivos históricos, se les mantuvieron sus nombres tradicionales. Por otra parte, desde 1833 hasta ahora no ha habido apenas cambios en el mapa provincial de España, salvo la división de las Islas Canarias en dos provincias, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, realizada en 1927 durante la dictadura de Primo de Rivera. Recordamos que la capital hasta entonces de todas las Canarias había sido Santa Cruz de Tenerife, pero se creó una nueva provincia formada por las islas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, con capital en Las Palmas. Anteriormente, en 1881, había habido otras propuestas como las que planteaba reducir las tres provincias vascas a una sola, con capital en Álava, la fusión de Tarragona y Castellón, con capital en Tortosa, la supresión de Logroño, etc., pero todas fueron rechazadas, no obstante tanto a finales del siglo XIX como en la primera mitad del XX, lo cierto es que ha habido varios intentos de modificar la actual división provincial por parte de algunas ciudades como Cartagena, Jerez, el Campo de Gibraltar, el Ejido y Linares. Refiriéndonos a nuestra ciudad, el proyecto creación de una provincia linarense se basaba en la dilatada historia de Linares, una de las más antiguas de la península y de Europa, así como en su importancia industrial y demográfica, —había capitales de provincia, y aún hay, con bastantes menos habitantes—. Además se recordaba que, durante las épocas íbera y romana, Cástulo-Linares ya había sido capital de la provincia de Oretania. Todo ello hacía que el sentimiento de muchos linarenses fuese el de pertenecer a una zona histórica diferenciada, teniendo en cuenta además que, eran pocos los que se sentían identificados, en aquellos años, con la capital Jaén. Con tal motivo, y cediendo a las peticiones de Linares, se realizaron en los municipios de Jaén que serían afectados por la reforma, sendos referéndums en los años 1915 y 1920, votando los lugareños la mencionada propuesta, teniendo ambos un resultado negativo para los intereses linarenses. No obstante, a finales de 1923, el consistorio linarense presidido por el alcalde Luis Marín Caro, reunido en Pleno el 20 de diciembre de 1923 tomaría el siguiente acuerdo: 1.- Que si la división del territorio nacional ha de hacerse por regiones, se conceda a Linares la capitalidad de las demarcaciones especiales que se establezcan en los órdenes militar, judicial y de hacienda. 2.- Que si se respetan las actuales provincias, modificándolas según las transformaciones ocurridas desde que fueron creadas (en 1822 y posteriormente reorganizadas por Javier de Burgos, en 1833), se otorgue a Linares la capitalidad de la nueva provincia.1 Asimismo se decidió crear una Asamblea de compromisarios que mandaría legaciones a los pueblos y comarcas de la provincia, incluso a otras como Ciudad Real o Almería. Pronto empiezan a llegar las primeras adhesiones a favor de Linares: Canena, Ibros, Guarromán, Bailén, Javalquinto (sic), Peal de Becerro, Baños de la Encina o Beas de Segura; también las primeras oposiciones o dudas. Posteriormente, en 1925 el general Primo de Rivera, a instancias de su ministro de Estado, el linarense Yanguas Messía, sopesó el proyecto de la creación de una nueva provincia en Andalucía, (la novena), en torno a la ciudad de Linares, la cual contaría además con los municipios de Torreblascopedro, Jabalquinto. 1 AHML, LA-0223, (Libro Actas Plenarios del Consistorio, año 1923) Bailén, Baños de la Encina, Guarromán, Carboneros, Vilches, Arquillos, Ibros, Canena, Rus, Baeza, Begíjar, Lupión y Andújar. De acuerdo con este proyecto, la novena provincia andaluza se denominaría Linares y se formaría con aquellos dieciséis municipios desgajados de la provincia de Jaén. Tendría alrededor de 130.000 habitantes y sería la sexta provincia menos poblada de España, aunque con una densidad de acuerdo con la media nacional. La capitalidad residiría en Linares por ser la de mayor población, y tendría el mismo nombre. Esta propuesta contaba con el apoyo del ministro de Estado linarense Yanguas Messia, y entre los partidarios de la creación de la nueva provincia figuraban algunos ministros del gobierno de Primo de Rivera, como Martínez Anido y Eduardo Aunós, además Asociación Promoción SOCIAL “28 DE FEBRERO” representantes de todos los municipios y comarcas afectados que se consideraban olvidados por sus organismos provinciales de Jaén. Por otro lado, entre los opuestos al cambio figuraban por supuesto la Diputación de Jaén en su totalidad y el ministro Eduardo Callejo de la Cuesta. General Primo de Rivera Yanguas Messia informó a Primo de Rivera del citado proyecto presentado por el consistorio linarense, el cual tras estudiar los pros y los contras del mismo, decidió tener en cuenta los precedentes habidos al respecto, antes de tomar una decisión definitiva, declarando que aceptaría la creación de la nueva provincia si entre los dieciséis municipios que la compondrían, se celebraba un referéndum consistorial donde el SI debería imponerse al NO por la mitad más uno, o sea, nueve votos a favor. Dicho referéndum se celebraría a la mayor brevedad posible, aunque poco antes del mismo, Primo de Rivera, cedería a las presiones de quienes se oponían la iniciativa linarense, especialmente la Diputación Provincial de Jaén y el Ayuntamiento de Jaén, los cuales propusieron al gobierno que la creación de la nueva provincia solo debería tener lugar, si los dieciséis votos, sin excepción eran favorables. De esta forma si todos los ayuntamientos de los otros quince municipios estaban de acuerdo en la creación de la nueva provincia, esta se llevaría a efecto y se modificaría en mapa provincial. Hay que recordar que el resultado de los dos referéndums anteriores, fueron de 13 SI y 3 NO en el año1915, y 14 SI y 2 NO en el año 1920. Realizada la citada consulta, serían solamente los vecinos del municipio de La Carolina, quienes votaron negativamente, alegando que debido a la distancia, seguirían siendo igual de olvidados por la capital de Linares, que como hasta ahora estaban siendo por la capital de Jaén, por tanto el resultado de este tercer y último referéndum, fue de 15 SI y 1 NO, por lo que las ansias de Linares por ser una nueva provincia se perdieron para siempre, y la ciudad de Jaén siguió conservando la capitalidad de la provincia del mismo nombre. Sobre todo lo anteriormente expuesto, el diario ABC, en su número de 5 de diciembre de 1925, publicaba la noticia de una visita realizada a la sede de gobierno, por una delegación jiennense compuesta por el presidente de la Diputación provincial de Jaén, D. Fernando Siles Lleras, los diputados provinciales Sres. Sotomayor, Parras y Lamoneda, el delegado gubernativo de Linares, teniente coronel Mañas, el alcalde de Baeza, Sr. Garrido y otras autoridades de Jaén capital. La reseña periodística no dice nada de los motivos de dicha visita, aunque presumimos que estaría relacionada con el proyecto provincial linarense. Curiosamente, al día siguiente, este mismo periódico, publica de forma muy breve la siguiente noticia: <>. Tampoco el diario reseña ningún comentario al respecto, aunque todo hace suponer que todas estas visitas y reuniones fueron el “carpetazo” definitivo del proyecto “Linares, novena provincia de Andalucía”.

FUENTES: Gaceta de Madrid nº 154 de 3 de diciembre de 1833. “Real Decreto de 30 de noviembre de1833 sobre la división civil de territorio español en la Península e islas adyacentes en 49 provincias”. GÓMEZ DIAZ, Juan. “División territorial de España Provincias y partidos judiciales”. Real Academia de Toledo. BURGUEÑO RIVERO, Jesús. “Las prefecturas de 1810”. Argutorio. 2012. División provisional del territorio español de 27 de enero de 1822. Instituto de Historia, Consejo Superior de Investigaciones Cientificas (CSIC) RUBIALES TORREJÓN, Amparo (1973). La Región: historia y actualidad. Sevilla: Inst. García Oviedo. p. 430. GÓMEZ DÍAZ, Juan (2008). “División territorial de España. Provincias y partidos judiciales. 175 años”. Toletum: boletín de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo (55): 151-175. Hemeroteca ABC. (5-12-1925) (6-12-1925) Hemeroteca Nacional. El País 1920 El Pueblo Católico de Jaén (23 de diciembre de 1923) La Provincia, Úbeda (21 diciembre de 1923)


Texto de Pedro Martínez García, Cronista Oficial de Canena.


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