domingo, 27 de febrero de 2022

Sobre Náquez

Creo que prácticamente todos los caneneros hemos oído hablar de Náquez, y la mayoría lo hemos visitado en alguna ocasión. Normalmente lo citamos como los cortijos de Náquez o Náquer, porque no se trata de una cortijada concentrada, sino que los cortijos están unos aislados y otros formando núcleos de varios cortijos contiguos. Ya se ha edificado también alguna nave agrícola. Actualmente no sé si algunos de los propietarios de los cortijos viven permanentemente allí, pero sí que varios cortijos están habilitados como vivienda y parte de los propietarios pasan allí alguna temporada cada año o muchos fines de semana. La mayor parte de estos propietarios son caneneros, si bien algunos viven en Linares.

Se podría pensar que poco puede dar de sí la historia de este pequeño núcleo de población, pero hay una rica documentación en algún archivo que aporta una información interesante, y la presencia de restos arqueológicos de diferentes periodos históricos nos habla de que pudo ser un lugar estratégico. Hay referencias documentales sobre Náquez desde el periodo medieval, vinculado a la Encomienda de Canena de la Orden de Calatrava. En las fuentes se suele denominar como la Orden de Calatrava, que llaman de Náquez. Curiosamente, a pesar de que Canena pierde la jurisdicción sobre Náquez desde finales del siglo XVI1, y que al menos desde principios del siglo XIX pertenece a los sucesivos Vizcondes de Begíjar, ha seguido vinculado siempre a Canena, ya que la mayor parte de los que labraban sus cortijos eran caneneros, que han acabado comprando esos cortijos.

Pero el objeto de este artículo no es la historia de Náquez, sino su denominación correcta. Quizá a algunos les parezca un tema menor, igual da que lo llamemos Náquez o Náquer. Para mí no es así, y más en el contexto actual, en que el uso generalizado en las redes sociales de un término incorrecto puede hacer que se dé por bueno frente al correcto. Y esto, me temo, que está pasando con Náquez.

Hace unos años, se creó un grupo de facebook llamado Cortijos de Naquer, que tiene más de doscientos miembros, que impulsa una fiesta y romería del Patrón San Rafael a principios de mayo de cada año. También han creado una Asociación de vecinos con el mismo nombre. Hay una marca de aceite de oliva denominada Aceites Tierras de Náquer; una web sobre viajes, Expedia, tiene una entrada sobre Náquer, aunque no dice nada sobre el lugar, sino sobre pueblos cercanos; en la web de wikiloc hay una entrada sobre una ruta senderista Linares-Cortijada de Náquer, Vadollano, Cañada Real de Guadiel, de 2017.

Pero si buscamos en internet, podemos encontrar algunas publicaciones que lo citan como Náquez. En Andalupedia, en la entrada de Linares, se cita como sitio donde había una dehesa a mitad del siglo XIX. En el Boletín del Museo Arqueológico Nacional, tomo I, n.º 2, de 1983, en un artículo de Encarnación Serrano Ramos, sobre “Dispersión de la Sigillata Hispánica fabricada en los talleres de la Bética”, en la página 152, cita como lugar donde se ha encontrado terra sigillata al Cortijo de Náquez, término de Linares, en un cerro a escasa distancia del cortijo fueron recogidos por Domergue fragmentos de Sigillata Hispánica producida en Andújar.

José Santiago Haro, en un artículo publicado en el n.º 219 del BIEJ2, en una nota a pie de página, la n. 22 escribe: Defiende la misma tesis, creo, L. Martínez Aguilar (“Enclaves linarenses en el itinerario histórico y secuencial de Cástulo”, en BIEG, 208, pp. 169-218: existencia de dos variantes, de que una iría por Linares-Castro-Vadollano-puentes del Piélago…; y otra por Cástulo-Linares Baeza- Náquez,-puentes del Piélago).

Es de notar, sin embargo, que Martínez Aguilar propone como viable otra variante… Dice, en efecto, al respecto: “Pudo existir otra variante sobre el mencionado camino (Vía Mentesa Oretana=Camino de Aníbal) y es que tras salvar el río Guadalén por Puente Mocho, el camino se dirigiera hacia otro puente existente llamado Puente de las Carretas, que salva el río Guarrizas aguas abajo de los puentes del Piélago, para conectar con Náquez y llegar hasta Cástulo por el itinerario destacado anteriormente...”.

El Diccionario de Madoz, de mitad del siglo XIX, en su tomo X, pp. 289-300, se refiere a Linares, con especial atención a las minas. En la página 290, hablando de los cortijos inmediatos indica que “de estos están muchos agrupados en Torrubia, Náguez y Fuente del Álamo”, y más abajo, hablando de las dehesas, cita a la de Náquez, de 120 fanegas.

Para aclarar cualquier duda de cuál es el término correcto, puedo decir que en casi todas las fuentes documentales que he manejado, que han sido numerosas, se le denomina Náquez, y solo en alguna ocasión aparece como Naques. Sin pretender ser exhaustivo voy a relacionar algunos ejemplos, por orden cronológico.

Las primeras referencias las he encontrado en los libros de visitas de la Orden de Calatrava. De las que he consultado, cuatro citan a Náquez. En la más antigua, de 1463 (tiene más otra caballería en Naques…), y en las de 1492 y 1501 si cita como Naques y en la de 1495, y exactamente con el mismo texto, como Náquez3.

Cita de Naques en la visita de la Encomienda de Canena de la Orden de Calatrava en el año 1463


Cita de Náquez en la visita de la Encomienda de Canena de la Orden de Calatrava en el año 1495

A partir de aquí, prácticamente siempre nos lo encontraremos escrito como Náquez. En 1538, en un testimonio de las rentas de Torres y Canena4, se dice que tiene más la dicha encomienda en término de la dicha villa de Canena el pago que dicen de la Orden en Náquez en que puede haber veinte y cinco caballerías que alindan por ambas partes con tierras de Baeza, de las cuales dichas caballerías y rozas que se hicieren en ellas pertenece al comendador el diezmo por entero del trigo y cebada y de todo lo demás que en ellas se cogiere.

Un año después, en 1539, tenemos el testimonio de la visita al campo y término de la dicha villa (de Canena), por todos los oficiales de su concejo, visitándose los mojones de la que llamaban la Orden de Calatrava, entre los que se visita un mojón que está hincado encima del acebuche que está en las dichas rozas hacia la dehesa de Náquez trece pasos, y desde allí al dicho mojón de la casilla que está en un hoyo que está quince pasos de una calera vieja que está hacia Náquez y lo rehicieron, testigos los dichos.

Este testimonio se encuentra entre la documentación de un pleito entre los concejos de Linares y Canena por la jurisdicción de las tierras y término que llaman de la Orden, iniciado en 15735, y en que esta cita es solo un ejemplo, ya que el término Náquez aparece más de veinte veces.

En 1631, en un documento sobre las rentas que tiene el Marqués de Camarasa en Canena, al referirse a las rentas de pan, se dice que este dicho año de seiscientos y treinta y uno se llegaron de los diezmos que pertenecen al Marqués de Camarasa mi señor, así en término de esta dicha villa como en los partidos y sitios de las dos órdenes, de Santiago, que está junto a las Cuevas, y la de Calatrava de Náquez, y de otras partes donde los vecinos de esta villa siembran y los forasteros que siembran en los términos de esta dicha villa, cuatrocientas y seis fanegas y once celemines de trigo y doscientas y una fanegas y cinco celemines de cebada, como parece por el libro y memorial de los dichos diezmos, hecho por Pedro de Berbel, vecino de esta villa, cogedor que fue de ellos, que con juramento lo tiene declarado ante mí, el presente escribano.

Pertenece al Marqués mi señor y a su casa y estado las primicias de trigo y cebada de las cosechas que se hacen en las tierras del término de esta villa y en las que están en los dichos dos partidos de las órdenes que llaman de Santiago, que está junto a las Cuevas, y la de Calatrava, que llaman la de Náquez, que las pagan los que las siembran, así vecinos de esta dicha villa de Canena como forasteros, las cuales tiene dadas su señoría al prior y cura que esta por nombramiento de su señoría en esta dicha villa sirviendo el dicho oficio y las cobra el dicho prior y cura, por lo cual no se cargan en esta copia6.


También en las actas del concejo de Canena se cita a Náquez, ya que sus tierras son de los propios de dicho concejo, repartidas en caballerías, cuyos labradores han de pagar una renta. Así el 15 de octubre de 1678 acordaron que por cuanto se ofrece de presente algunos gastos a este concejo, es necesario vender algún trigo y cebada de lo que ha procedido este año de las caballerías del dicho cortijo de Náquez propios de este concejo…7.

La última cita a la que voy a hacer referencia es la del Catastro de Ensenada, de mitad del siglo XVIII. En el caso de Linares, se cita a Náquez en las Respuestas Generales, en la cuarta, como una de las dieciocho dehesas que hay en su término, con una superficie de 450 fanegas, propiedad de don Antonio de Ayala, vecino de Granada y otros.


                              

Por tanto, queda suficientemente aclarado que el topónimo de ese lugar tan vinculado a Canena es Náquez y no Náquer. De su origen poco sé, aunque puede ser muy antiguo, ya que una arabista me ha informado que no es islámico. Dejo para otra ocasión extenderme más sobre su historia y su vinculación con Canena al menos desde el siglo XIII, desde la conquista cristiana.

1El concejo de Linares entabla un pleito con el de Canena en 1573, cuya sentencia definitiva no hemos localizado, pero que gana Linares, pasando desde ese momento la jurisdicción sobre Náquez a Linares.

2SANTIAGO HARO, JOSÉ: Sobre el posible lugar de paso del Camino de Aníbal por el Guadalén (entre Arquillos y Cástulo): una teoría diferente. BIEJ enero-junio 2019-n.º 219, pp. 75-122.

3Archivo Histórico Nacional, OM, 6109.

4Archivo Casa de Camarasa (en adelante ACC), 007-005-006_469.

5Archivo de la Real Chancillería de Granada, caja 202, pieza 1.

6ACC, 0058-002_514/477-699.

7Archivo Municipal de Canena, caja 39.


Texto de José Luis Reyes Lorite

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