1.- Introducción
Pocas veces saltan a los medios de comunicación noticias de interés que provengan de los pueblos. Canena, no iba a ser una excepción, pero hete aquí que aparece, sin previo aviso, una nueva por la que todo el mundo se interesa, y no trata sobre su hermoso castillo renacentista, su balneario de origen romano, su aceite de gran calidad o la bondad de sus gentes sino por una herencia, la que han venido a calificar como “La herencia de los pobres”.
Como recoge Jesús Salgado en su libro Hasta que la herencia nos separe, “cada familia, cada herencia, tiene su propio ADN hereditario. Y cuando hay herencias por medio, los parentescos familiares desaparecen, los sentimientos se remueven y padres, hijos, hermanos y adláteres sacan lo peor de sí mismos para llevarse cuanto más mejor de la tarta. No son sólo historias de dinero, sino de amor y desamor, de duelos entre hermanos, de celos y traiciones, de quién ocupa qué lugar en la jerarquía familiar”.
Efectivamente, hasta que no llega el momento del reparto todas se parecen. Pero al hacerse efectivas, no hay dos iguales. Es entonces cuando se produce el espectáculo de luchas, manipulaciones, litigios y desamor que las hacen diferentes sacando a la luz en multitud de ocasiones lo más ruin de los seres humanos.
A veces guardan sorpresas registradas en los testamentos y aparecen herederos no sospechados creando dudas o incertidumbres inesperadas, como en el caso de la herencia de los pobres de Canena.
D. Antonio Bautista Jiménez, militar retirado, viudo y sin hijos, falleció en la residencia “Los Leones” de Marmolejo y dejó en su testamento todos sus bienes para sus sobrinos, a excepción de tres fincas que quería que fueran para los más pobres de este pueblo.
Prensa, radio y televisión nacional e internacional se interesaron por tan sorprendente gesto de generosidad en un mundo, en general, egoísta y de poca humanidad como el nuestro.
Quizá por nuestra historia o por nuestra pequeña experiencia particular, los españoles somos desconfiados y ponemos en duda hasta las acciones más nobles. Recordemos el refrán: “De limosna abundante, hasta el santo desconfía”.
Bajemos pues la lupa sobre este caso y tratemos de aclarar todos los detalles por la que se originó esta herencia y las consecuencias reales que tuvo.
2.- Origen de la herencia
Cierto es que en el testamento de D. Antonio Bautista se encontró una cláusula sorprendente por la que se legaba una pequeña porción de sus tierras “a los pobres de Canena” mientras que el resto de propiedades pasaban a manos de los sobrinos de éste. Pero cuál era el origen de esta fortuna.
Para dar respuesta a esta pregunta hay que remontarse varias generaciones atrás, siguiendo la genealogía familiar de D. Antonio Bautista y Dª. Josefa Moreno – su esposa – y conocer su historia.
La familia de ella
Dª. Josefa Moreno Godoy, pertenecía a una de las familias más acaudaladas del pueblo; su abuelo, D. Tomás Godoy Arza, se casó con Ramona García López – viuda, casada en primeras nupcias con D. Silverio de la Presilla, el hombre más rico del pueblo y que había desempeñado importantes cargos, incluido el de alcalde. De este matrimonio nació Mercedes de la Presilla García, que murió muy joven, enviudando a los 24 años -.
Todos los bienes de D. Silverio pasaron a su segundo marido, D. Tomás, que se convirtió en el mayor contribuyente – mayor propietario – del pueblo y que ejerció de alcalde, teniente de alcalde, concejal, además de formar parte de distintas comisiones municipales a lo largo de las últimas décadas del siglo XIX y primeros años del XX.
Construyó D. Tomás en una de sus parcelas una casa señorial, rodeada de jardines… y de un altísimo muro que la aislaba completamente creando un recinto cerrado para que su mujer y sus hijas no tuvieran relación con el mundo exterior, con el resto de los caneneros, llamándose desde entonces “La casa de las niñas”.
El matrimonio tuvo cinco hijas y un hijo: Paula, Eusebia, Manuel, Aurora, Ramona y Consuelo. Las tres hijas mayores no se casaron. Las pequeñas, sí. Manuel y Consuelo lo hicieron con sendos hermanos, Francisca y Juan Francisco, primos naturales suyos, de Villargordo; y Ramona, con el hijo del médico que las visitaba, una de las pocas personas que junto al cura tenían acceso a su morada.
Manuel tuvo tres hijos: Ramona, Josefa y Tomás. Los hijos de Tomás siguen siendo los propietarios de la parcela donde estaba el molino, junto a la gran mansión; la casa fue cedida al Ayuntamiento en el año 2008 para constituirse en nueva Casa Consistorial y otra parte de la parcela se cedió a la Caja de Ahorros de Granada para la construcción de una sucursal, hoy de Caixabank.
Josefa se casó con un militar (Antonio Bautista), murió sin hijos, dejando ordenado en su testamento que parte de sus fincas fueran repartidas entre las personas más pobres de Canena, condición que a su vez le había puesto su tía Eusebia en el suyo al donarle tres fincas que pasarían a repartirse entre los más pobres si ella no tenía hijos.
La familia de él
Gregorio Bautista Sola, nacido en Cúllar (Granada) – padre de nuestro personaje – se casó en primeras nupcias con Isabel Jiménez y tuvieron dos hijos: Lucía y Antonio. Fue representante o delegado de la Compañía de “Los Leoneses” en la compra y contratación del talco en Somontín durante muchos años.
La labor de Gregorio era significativa, no sólo en la adquisición del producto, sino en el control del pesaje, de la calidad del producto o mineral extraído, como representante de la Sociedad Española de Talcos, que suponía el sesenta por ciento de la operación, siendo de las “Echeverrías & Acosta SRC. el otro cuarenta por ciento; pero el control real para esta distribución había que hacerla finalmente en la estación de Purchena donde estaban situadas las fábricas de ambas compañías, que molían el producto para su comercialización. * De las minas se obtenía el jaboncillo, mineral blanco del que se obtiene talco – se muele para obtener talco – utilizado en la fabricación de jabón entre otras aplicaciones.
Lucía Bautista Jiménez, nacida en Somontín (Almería), el día 10 de agosto de 1913, contrajo matrimonio con Manuel Acosta Azor; tuvieron tres hijos: Manuel, Gregorio y José. Sobre estos sobrinos carnales recayó casi la totalidad de la herencia de su tío, excepto los 300 olivos de la herencia de los pobres y otras 202 que fueron para Manuel Godoy, sobrino carnal de su mujer; su hermana, Mª Irene Godoy, no recibió nada.
Antonio Bautista Jiménez nació en Somontín (Almería) el día 9 de marzo de 1917. Segundo hijo del matrimonio entre Gregorio Bautista Sola e Isabel Jimenez Cañabate. Militar de profesión, carrera que inició par buscarse la vida pues nada poseían sus padres, llegó a alcanzar el grado de Teniente Coronel de Ingenieros al llegar su jubilación pasando por distintos destinos, entre ellos, la caja de reclutas de Jaén. Se casó con Josefa Moreno - a la que conoció por su visitas a la localidad para ver a su tío y sobrinos, que manejaban un negocio de talco en Canena - y no tuvo descendencia.
3.- El testamento
El 27 de marzo de 2001, falleció D. Antonio Bautista a los 84 años, viudo y sin hijos – su mujer lo había hecho anteriormente – en una residencia de Marmolejo (Jaén) y salta la noticia al conocerse su testamento por el cual dona todas sus propiedades a sus sobrinos (unas tres mil olivas, dinero, y una casa) menos tres fincas situadas en las zonas denominadas “La Grullas” y “La Raya” – con un total de 300 olivos – que habían de ser repartidas entre los más pobres de Canena.
Testamento (apartado 7): “Lega a los pobres de Canena tres fincas sitas en este término municipal cuya adjudicación y distribución de bienes se realizará conforme determina el artículo 749 del Código Civil”.
Las parcelas, que tienen 150, 125 y 25 olivos respectivamente, deben de repartirse, antes de que concluya el año, entre caneneros pobres – que residan en la localidad y empadronados en Canena anteriormente a esa fecha – siendo su valor aproximado de 30 millones de pesetas.
La noticia pronto corrió por las bocas de los vecinos así como por los medios de comunicación, que se hicieron eco al momento de la sorprendente noticia, sacando de la monotonía a este pueblo tranquilo de unos 2.000 habitantes por aquella fecha y que vive fundamentalmente de la agricultura y del empleo que proporcionaba la fábrica textil SECOPAL S.A.
Entre los vecinos, opiniones para todos los gustos: “Hay que respetar el testamento. Hay que buscar familias necesitadas verdaderamente para el reparto”. “La selección será muy complicada pues en Canena no hay pobres de solemnidad”. “Me parece bien lo que ha hecho. Las olivas pueden solucionar los problemas de algunas familias”. “Decisión digna de destacar pero debería repartirse – su valor – de otra forma, por ejemplo, como becas para los estudiantes caneneros”. “Don Antonio debía haber dejado estas propiedades a la Iglesia, para una residencia o un edificio social”.
Entre las opiniones hay que resaltar la de Sor Ramona Godoy Moreno, hermana de la mujer del militar fallecido recluida en un convento de las Clarisas Franciscanas de Baeza: “… lo más importante es que sean pobres, si no fuera así, los sobrinos de mi cuñado podrían reclamar esas fincas”. “… mi malestar por olvidar en el testamento a dos de mis sobrinos – los hijos de Tomás Godoy – que tenían igual o más derecho a la herencia pues todo lo de mi cuñado era de mi hermana. Él no llevaba nada al matrimonio, era un militar sin graduación cuando se casó”. “Las trescientas olivas fueron en realidad donadas por mi tía Eusebia al matrimonio, con la condición de que si no tenían hijos fueran legadas a los pobres de Canena”.
*Para ser justos hay que puntualizar, que de los dos sobrinos a los que alude Sor Ramona, Manuel, sí recibió una pequeña parte de la herencia – 202 olivos – mientras que Mª Irene no recibió nada.
En contraste con las alabanzas generalizadas en los medios de comunicación hacia D. Antonio Bautista como filántropo, benefactor, militar solidario, gesto admirable, ejemplo de buena vecindad y generosidad en este mundo deshumanizado, hallamos otras opiniones sobre la falta de integración en este pueblo, su carácter serio y agrio – se le puso el mote de “el Pegaso”, pues su aspecto serio y agresivo, junto a una hendidura en la nariz, recordaba a los camiones de esa marca en esos años -, su falta de empatía con las gentes del pueblo – aunque se debe reconocer que tuvo alguna deferencia hacia algunos niños de su calle, él no tuvo hijos, y ayudó, cuando era responsable en la caja de reclutas de Jaén, a obtener buenos destinos para hacer la mili a algunos mozos del pueblo - , llegando un vecino comentar públicamente “Quizá quiso comprar una entrada al cielo por lo malo que era”, recordando que al entierro de D. Antonio apenas fueron unos vecinos.
4.- La comisión
Ángel García, alcalde, recibe la comunicación a través de uno de los sobrinos del fallecido de la última voluntad de su tío por la cual, y según el artículo 479 del Código Civil el reparto de los 300 olivos donados a los pobres debía efectuarse mediante la creación de una comisión integrada por el alcalde, el párroco y el juez de paz.
Creada la comisión – Ángel García Fernández, alcalde; Alfonso Garzón Vera, párroco y Manuel García Serrano, juez de paz – se planteó el primer dilema: ¿a quién se considera pobre? Habría que delimitar el concepto de pobreza en ese momento y tener en cuenta que en Canena, según apreciación general, no ha pobres de solemnidad aunque sí gente más o menos necesitada, con pocos recursos.
Pobre.- Que no tiene lo necesario para vivir o que lo tiene con escasez - según la R.A.E. -.
Atendiendo a esta definición, con el conocimiento real de las necesidades de las familias en este pequeño pueblo – donde todo el mundo se conoce y sería difícil la picaresca – y con la ayuda de la Asistenta Social – con voz pero sin voto -, se decidió poner un bando donde se instaba a que se presentase todo aquel que se considerase pobre – aportando documentación que lo acreditara – y abrir un registro en el Ayuntamiento donde se recogerían las solicitudes de los interesados, partiendo de estas condiciones: para tener derecho a parte de la herencia de los pobres de D. Antonio Bautista se tenía que residir en el pueblo y estar empadronado en él desde dos años antes del 27 de marzo del 2001, fecha del fallecimiento del militar.
Se decidió hacer once lotes con esas tres parcelas de 150, 125 y 25 olivos de riego situadas en unas zonas de tierras feraces denominadas “Las Grullas” y “La Raya”. Se recorrieron las fincas testadas para comprobar que la realidad se ajustaba a lo escriturado y valorar correctamente los olivos. Aunque la intención era el hacer la máxima división de las parcelas, estos lotes quedaron condicionados porque por ley, no se puede escriturar fincas de regadío con menos de 0,25ha; así, se conformaron conteniendo entre 20 y 30 olivos, equilibrándose al máximo su valor.
Se estudiaron las solicitudes (39), todo ello a puerta cerrada, considerando las once solicitudes a las que se les adjudicarían los lotes creados; por supuesto que se escogieron sobre los solicitantes que reunían las condiciones de pobreza o necesidad aludidas, desestimando el resto.
5.- Los pobres
39 “pobres” llamaron a las puertas de la Comisión con su solicitud, y sus nombres quedaron expuestos en el tablón de anuncios del Ayuntamiento.
Los componentes de la comisión reconocieron que no fue fácil determinar la lista de beneficiarios, pues había gran igualdad al comparar el grado de necesidad de los solicitantes, siendo para ello muy valiosa la aportación de la asistenta social por su conocimiento directo de las distintas problemáticas familiares.
6.- La resolución final
Tras tres semanas de deliberaciones secretas, en que la comisión no hizo ningún tipo de declaración, siguiendo criterios estrictos de equidad y justicia, siempre por consenso, el Alcalde convocó a las 8,30h del día 19 de diciembre de 2001 a los medios de comunicación para leer el acta oficial y comunicar el nombre de los once afortunados que recibirían la herencia. Estos fueron:
ANTONIA FERNÁNDEZ RAMÍREZ
CATALINA CASADO JÓDAR
CATALINA RASCÓN REYES
GASPAR MORA MOLINA
MARÍA CONCEPCIÓN FERNÁNDEZ CORBELLA
JUAN SÁNCHEZ GUILLÉN
MIGUEL RUIZ ZAFRA
Mª VICENTA FERNÁNDEZ JÓDAR
PETRA RUIZ MORENO
MOHAMED RIAD
MANUELA FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ
7.- Reacciones y comentarios
La comisión no solo tuvo que enfrentar el reparto, verdadero quebradero de cabeza, sino que tuvo que soportar las críticas de quienes habían quedado fuera del reparto y la maledicencia propia de cualquier pequeña localidad. Pero, en general, se aceptó como bueno y equilibrado el reparto que benefició a varias mujeres separadas con hijos a su cargo, personas con pocos recursos económicos y a un marroquí, con mujer y cuatro hijos pequeños, apreciado en el pueblo, que llevaba años afincado en Canena y sobre el que algún paisano guasón apuntilló: “… lleva aquí, desde que Almanzor pasó por estas tierras”.
Los medios citados para la lectura del acta con la resolución final, difundieron la noticia llevándola a rincones inverosímiles del planeta, y se lanzaron a la búsqueda de los agraciados para entrevistarlos, apareciendo durante los días siguientes en prensa, radio y televisión expresando su alegría por esa lotería inesperada recibida de su generoso paisano.
“Me viene muy bien, pues mi paga es de 64.000pts. al mes por media jornada, haciendo limpieza para el Ayuntamiento”. Catalina Rascón
“La lotería ha venido por adelantado”. Juan Sánchez (Foto)
“Estoy muy contenta; estoy separada y con un niño. Cuando me lo dijo un familiar no me lo podía creer”. Petra Ruiz
A pesar de sus críticas iniciales, Sor Ramona Godoy, monja de las Clarisas Franciscanas de Baeza, hermana de la mujer de Antonio Bautista como ya había apuntado anteriormente, reconoce que es una buena acción y se alegra de que la comisión haya hecho un buen reparto entre los pobres o personas necesitadas de Canena.
Con sus luces y sus sombras, la herencia de los pobres de Canena ha pasado a ser un ejemplo de solidaridad que brilla con luz propia en un mundo oscuro de injusticia y egoísmo.
Canena, otoño de 2022
Pedro Martínez García -Cronista Oficial de Canena-
FUENTES DOCUMENTALES
ARCHIVO MUNICIPAL
*ACTAS AYUNTAMIENTO
- DIARIO JAÉN (Varias fechas, nov- 2001)
- DIARIO EL PAÍS (Ídem)
- DIARIO EL MUNDO (Ídem)
- PÁGINA WEB (La contratación y el pesaje - Somontín, Balcón del Almanzora https://somontin.info › Historia › La Sierra de Somontín
BIBLIOGRAFÍA
SALGADO ÁLVAREZ, Jesús – Hasta que la herencia nos separe - La esfera de los libros S.L. (2012)
FUENTES ORALES: Entrevistas con miembros de la Comisión, familiares directos y afortunados en el reparto.
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